Bryce Mitchell tomó una pelea en corto aviso con Josh Emmett en el UFC 296, pero pagó el precio más caro al sufrir uno de los nocauts más devastadores de 2023. Tanto así que Dana White corrió directo al octágono para que el peleador sea transportado de inmediato al hospital.
Un día después del evento, el peleador de 29 años brindó una actualización positiva sobre su estado de salud.
«Quiero dejarles saber a todos que estoy bien», dijo Mitchell en un video compartido en sus redes sociales (transcripción cortesía de MMA Fighting). «Quiero agradecerles a todos por ver la pelea. He sido muy bendecido esta semana. No puedo quejarme de nada, y donde me equivoqué fue en mi estrategia. Mi plan era apegarme a mi jab, hacer mis lecturas, trabajar con los pies y pelear desde afuera, pero eso me puso en una posición en la que no era yo quien ejercía la presión, y eso me hizo ver tímido. Así no es como yo peleo. Yo peleo agresivamente y quiere alentar a todos quienes tengan una pelea, no solo de puños, sino cualquier clase de pelea, para que sean agresivos y ataquen, porque si caen y pierden la batalla sabrán que pelearon de frente. Fue una mala estrategia de mi parte».
Pese a la gravedad de la derrota – y a una prolongada suspensión médica -, ‘Thug Nasty’ ha optado por ver el vaso medio lleno.
«Pudo haber sido mucho peor. Mientras estuve en el hospital vi personas sin piernas, sin brazos, con la cara destrozada, así que no puedo quejarme de nada. Estoy feliz de estar aquí y de tener salud. Los amo a todos y gracias», concluyó.
Mitchell registra un récord de 1 – 2 en sus últimas tres aventuras sobre el octágono.