Dustin Poirier tiene una buena razón para haber aceptado una pelea con un prospecto que no se ubica dentro del top 10 del Peso Liviano.
Y es que a sus 35 años el excampeón interino busca determinar si todavía le queda gasolina en el tanque cuando enfrente a Benoît Saint Denis en contienda coestelar del UFC 299.
«Para ponerme a prueba», confesó Poirier a TMZ Sports (vía MMA Mania). «Para ver si todavía tengo lo que hace falta. Este sujeto es joven, está hambriento y viene en una buena racha. Ha finalizado a sus últimos cinco oponentes; eso me pone nervioso, así que quiero arrojarme a mí mismo al fuego. Ahí es donde yo creo que trabajo mejor, y esa es la clase de peleadores con los que quiero pelear. Sujetos que lo entregan todo, que pelean para finalizar. Esa es la clase de pelea en la que quiero estar involucrado».
Decimosegundo en el ranking, Saint-Denis trae consigo una racha de cinco victorias seguidas, todas por finalización.
Poirier, por su parte, viene de una brutal derrota por nocaut ante Justin Gaethje en la estelar del UFC 291. De perder ante el galo, ‘The Diamond’ consideraría colgar los guantes.
«Cualquier pelea podría ser mi última«, reveló. «Cualquier pelea. A esta altura, a mis 35 años, estaré disputando mi trigésima pelea en UFC. Cualquier pelea pídria ser la última«.
El UFC 299 se celebra el 9 de marzo en Miami, Florida.