La segunda mitad del 2023 está siendo una del olvido para Israel Adesanya.
Tras perder su cinturón a manos de Sean Strickland en el headliner del UFC 293, ‘Izzy’ ahora se ha declarado culpable ante una corte por conducir bajo los efectos del alcohol en Auckland, Nueva Zelanda.
El incidente ocurrió el 19 de agosto en Wellesley Street, centro de la ciudad. El por ese entonces aún campeón de Peso Mediano fue detenido y registró en su sistema 87 miligramos de alcohol. El límite permitido en el país insular es de 50 mg por cada 100 mililitros de sangre.
«Quiero disculparme con mi comunidad, mi familia y mi equipo por la decisión que tomé de ponerme detrás del volante después de beber en una cena», dijo en una declaración a The New Zealand Herald el peleador de 35 años. «Me detuvieron y me sometí a una prueba de alcohol en la sangre. (…) Estoy decepcionado por mi decisión de conducir. Fue incorrecto. Sé que hay personas que pueden que me sigan y quiero que sepan que este comportamiento no es aceptable».
Adesanya no es ajeno a los problemas con la ley. En noviembre de 2022 fue arrestado en el aeropuerto John F. Kennedy de Ciudad de Nueva York por tener en su posesión una manopla de metal.
Por conducir ebrio, el nigeriano enfrenta una multa de $4,500 dólares o tres meses de prisión. Su audiencia está programada para el 10 de enero de 2024.