Los problemas con la ley son pan de cada día para Jon Jones.
El campeón reinante de Peso Completo de UFC ha sido oficialmente acusado con dos cargos: uno delito por agresión y otro por «interferencia de comunicación».
La Corte del Condado de Bernalillo confirmó los cargos a MMA Fighting vía correo electrónico.
El incidente ocurrió la tarde del 30 de marzo en los exteriores de la residencia de Jones en Albuquerque, Nuevo México. Dos agentes de Drug Free Sports, la nueva agencia de antidoping que trabaja en conjunto con UFC, arribó al domicilio del peleador para coleccionar una prueba de orina. Éste los habría recibido con hostilidad y la amenaza de violencia física, lo cual llevó a Crystal Martinez, una de las empleadas de la compañía, a levantar un reporte policial.
De ser encontrado culpable, Jones afronta la posibilidad de ser enviado un año a prisión y una multa que asciende hasta los $1,500 dólares.
Se espera que ‘Bones’ regrese al octágono en el UFC 309 para defender su cinturón ante Stipe Miocic.