Uno de los últimos fichajes de la UFC, Sharaputdin Magomedov, tiene fama de ser un peleador fogoso. Sin embargo, en una ocasión, Magomedov empleó sus temibles habilidades también fuera de la jaula.
El 9 de junio de 2022, Magomedov se encontraba en un lugar público utilizando unas escaleras mecánicas cuando una pareja situada frente a él empezó a besarse y a intimar. Magomedov se ofendió por las acciones del hombre y se enzarzó en una discusión con él. La discusión llegó a tal punto que el hombre propinó un gancho de derecha a Magomedov y ambos se enzarzaron en una violenta refriega.
One of my favorite prospects Sharaputdin Magomedov in big trouble. Apparently he was offended that the guy standing in front of him was kissing his girlfriend pic.twitter.com/nQndpHodFV
— Matysek (@Matysek88) June 9, 2022
Los dos hombres siguieron peleando durante casi un minuto antes de separarse. Sin embargo, la trifulca no acabó ahí, ya que el hombre salió y volvió acompañado de otras personas. Magomedov le sorprendió con un golpe en la cara que le dejó inconsciente.
Los dos hombres no presentaron ninguna denuncia formal a la policía y Magomedov sólo fue detenido antes de llegar a un acuerdo con el hombre con el que se había peleado. Los dos fueron acusados de gamberrismo y alteración del orden público.
Magomedov declaró en una entrevista posterior que las normas culturales deben respetarse en público. Es originario de Makhachkala (Rusia), donde la población es mayoritariamente musulmana.
«Hay que entender la situación, en Makhachkala hay leyes no escritas, una especie de código moral propio. En Moscú es habitual [referirse a una pareja que se besó antes], pero para nosotros es inaceptable. No podía quedarme callado».
Magomedov también admitió que su pisotón final al hombre fue innecesario.
«Si se tratara de un turista o de una persona extranjera, podría simplemente pedirle que parara. Sólo quería decirle que no se estaba comportando correctamente, pero no fui capaz de transmitir mi mensaje. Se lo tomó mal, también hay una cuestión de orgullo: me pegó. Fue inesperado, le propuse hablarlo, pero me pegó. Mi último golpe no era necesario».